Una cartografía de itinerarios se bifurcó hace cuatro lustros en el inicio de su arduo trabajo con las letras, las formas y colores, desde que abandonó su terruño en una diáspora donde trazó las coordenadas de futuras trashumancias, desde Medellín su terruño, Cali y finalmente Paris donde estableció su refugio artístico donde fijó su destino para sustentar las latitudes del asombro en el mapa de su femenina sensibilidad. (Más Info)
Con colores del otoño y sueño de la naturaleza, que termina en el comienzo del retoño primaveral de la madre tierra europea, asi que trabaje en un tono claro.